A medida que nos hacemos mayores, nos ocupamos de aspectos que antes pasábamos por alto. La jubilación o el seguro de salud se convierten en prioridades, así como ahorrar para el futuro.
Muchos productos de protección surgen con el paso de los años para garantizar una vida plena y tranquila, especialmente tras el cese de la actividad laboral. Uno de esos productos es, por ejemplo, la Previsión Social Complementaria, un servicio que mira hacia el futuro.
¿Cómo ahorrar para el futuro?
Son muchas las razones de peso por las que empezar a ahorrar para el futuro es importante, pero vamos a darte una que no podrás ignorar:
Por cada 100 euros al mes que necesites extra de tu bolsillo (más allá de tu pensión de jubilación), necesitarás haber ahorrado antes de jubilarte la friolera de 30.000 euros. ¿Verdad que ya no queda duda?
Por eso existen productos de ahorro que, además, hacen parte del trabajo sucio y combaten la inflación. Piensa que si en lugar de ahorrar esos 100 euros los inviertes en un producto de ahorro que te dé un 3% de media, en lugar de 100 solo tendrás que ahorrar 70, pues el producto pondrá el resto por ti.
¿Por qué ahorrar para la jubilación?
Muchas personas se preguntan el porqué de ahorrar si van a tener una pensión una vez termine su vida laboral. Sin embargo, esto no es tan seguro como creemos y cada vez será más difícil acceder a la pensión máxima. Es decir, tendremos que recurrir a nuestros ahorros.
Los factores que determinan este incierto futuro son:
- Factores demográficos: el descenso de la natalidad hace que cada vez sean menos las personas que aportan a los sistemas públicos de previsión social. Por otro lado, el envejecimiento de la población supone un mayor número de personas, durante más tiempo, cobrando prestaciones. Los mayores de 60 se han duplicado en todo el mundo y se prevé que alcancen los 2000 millones de personas en 2050.
- Factores sociales: los comportamientos sociales experimentan cambios constantes. Actualmente, las necesidades presentes propician la aparición de coberturas como las de invalidez o las asistenciales, las cuales proceden de otro tipo de prestaciones distintas a las públicas.
- Factores económicos: el sistema de previsión público se basa en las aportaciones de los trabajadores, pues con ellas se abonan las pensiones y prestaciones. En los últimos años, la incorporación al mercado laboral se produce cada vez más tarde y, el ritmo en el que vivimos, ha propiciado el aumento de las prejubilaciones.
Los economistas sugieren valernos de sistemas de pensiones complementarios, de productos que nos ayuden a ahorrar para el futuro. Si quieres conocer las soluciones disponibles, no dudes en consultarnos.