¿Qué cubre?
Construcción edificios: edificación residencial, vivienda individual… Construcción industrial: almacenes, naves, hoteles, residencias …
Reformas de todo tipo.
¿Quién lo puede contratar?
El propietario, por ejemplo, en el caso de la construcción de viviendas unifamiliares (autopromoción).
El promotor: persona física o jurídica que impulsa, programa y financia una obra.
El contratista principal: persona o empresa que es contratada por otra organización o particular para la construcción de un edificio.
El subcontratista/s: Persona/ organización contratada por el contratista para que realice determinado tipo de trabajos especializados.
¿Por qué tenerlo contratado?
Permite recuperar daños y pérdidas accidentales causados por la actividad de construcción.
Evita recurrir a préstamos, hipotecas, etc., en caso de daños importantes. Garantiza la permanencia de la empresa.
Recuperas la inversión total de la obra en caso de siniestro.
Si el cliente es el propietario de la obra (autopromoción y reformas).
Autopromoción: Se cumple con los requisitos que exigen las entidades bancarias para otorgar un préstamo.
Reformas: Garantiza los daños que el personal puede causar en el local en el que están efectuando la obra.
Principales causas de siniestro
Incendio, causados con facilidad por equipos de soldadura, existencia de materiales inflamables.
Explosión causada por calderas, transformadores provisionales, compresores u otros aparatos.
Robo de material de obra o pequeña herramienta.
Actos de vandalismo: pintadas, daños en las puertas, …etc
Daños agua: rotura de conducciones…etc